¿Qué es la perspectiva de ciclo de vida en la ISO 14001?
A partir de 2015, todas las empresas que cuenten con un sistema de gestión de la calidad ambiental (SGA) deben establecer una perspectiva de ciclo de vida basado en la norma ISO 14001 en sus productos o servicios.
Es importante cumplir con esta exigencia pues la protección del medio ambiente es una política indispensable para que las empresas sean respetadas y mantengan su competitividad en el mercado.
Contar con una certificación ISO 14001 es el mejor aval ante el mundo de que la empresa gestiona adecuadamente sus riesgos medioambientales.
El tema del ciclo de vida de los productos o servicios es una de las condiciones que establece esta norma. ¿Pero en qué consiste este ciclo y en qué beneficia a la empresa el tenerlo en cuenta? Vamos a explicarlo.
¿Qué implica el término perspectiva del ciclo de vida en la ISO 14001?
Hoy en día la conservación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático son dos temas muy importantes en la sociedad.
Y las empresas que los tengan en cuenta sin duda tendrán mejor aceptación y podrán sobresalir y sobrevivir más tiempo en los mercados.
La perspectiva del ciclo de vida en la ISO 14001 implica que la organización tenga en cuenta el impacto que sus operaciones diarias tienen sobre el medio ambiente.
Pero esto también incluye sus productos y servicios, incluso más allá del momento en que cambian de manos con el cliente o consumidor final.
Ahora se toma en cuenta también el impacto ambiental de este producto a lo largo de su vida útil e incluso después de llegar a su disposición final (desecho, reciclaje o reutilización parcial).
Es importante recordar que la perspectiva “ciclo de vida” fue incluida en la revisión de 2015 de la norma ISO 14001.
De esta forma, se mejoró significativamente el manejo del tema ambiental con respecto a la norma aprobada en 2004.
El objetivo final es ayudar a las organizaciones a reducir su eficiencia energética, mejorar el uso de las materias primas y reducir su impacto ambiental y su huella de carbono.
Etapas del ciclo de vida de un producto en la ISO 14001
La última revisión establece que el ciclo de vida en la ISO 14001 se establece a lo largo de varias etapas, como son:
- Procura de las materias primas
- Diseño del producto o servicio.
- Producción del producto o prestación del servicio
- Transporte del producto para su entrega al cliente final
- Uso del producto o servicio por parte del consumidor final
- Final de la vida útil del producto y deposición final como desecho o para reciclar o reutilizar sus piezas o materiales.
- Disposición final del producto caducado o sus residuos
Algunas de estas etapas no están en manos de la empresa fabricante o prestataria del servicio sino del consumidor final.
Sin embargo, la empresa puede influir indirectamente en ellos a través de campañas de concientización e información.
¿Qué debe considerar la empresa al establecer el ciclo de vida de sus productos?
Si una empresa quiere implementar la norma ISO 14001 en sus operaciones, debe aplicar estos pasos, sin excepción:
- Establecer controles y políticas que consideren el tema ambiental en el proceso de diseño, desarrollo y fabricación de sus productos.
- Determinar cuál será el impacto ambiental que se generará al momento de adquirir las materias primas que requiere su producto o servicio.
- Ser responsable con el público e informarle sobre los impacto ambientales que tendrán sus productos a partir del momento de la entrega al cliente, uso y fin de su vida útil.
La norma le otorga ahora a las empresas más responsabilidad en la prevención y mitigación de los impactos ambientales de sus productos.
Además, el nuevo sistema facilita la obtención de información valiosa y cuantificable sobre cómo ocurre este impacto y en qué nivel.
Ejemplo de perspectiva de ciclo de vida de un producto
Para entender mejor este tema, consideremos el ejemplo de una empresa que fabrica un nuevo producto electrónico. ¿Cómo deberá considerar la perspectiva de ciclo de vida según la norma ISO 14001?
En primer lugar, durante el diseño y desarrollo de su producto debe analizar cuidadosamente el impacto ambiental generado por los materiales y técnicas que utilizará.
Es en este momento en el que también se decide qué porcentaje de los materiales podrán reciclarse o reutilizarse después de que el producto agote su vida útil.
Incluso los requerimientos del empaquetado o envasado deben analizarse para determinar qué impacto ambiental generarán.
En segundo lugar, durante el proceso de fabricación del producto la empresa deberá priorizar aquellos procesos y tecnologías que ayuden a reducir el consumo de energía y el desperdicio de materiales.
En tercer lugar, al momento en que el producto llega a las manos del consumidor final se debe tener en claro si se le ha dado o no la información necesaria.
¿Cuál es esta información? Pues entre otras cosas, cómo usar correctamente el producto para procurar su buen funcionamiento y extender su vida útil.
También se debe incluir información sobre el manejo del envasado o empaquetado.
Por último, se debe ofrecer información al usuario sobre qué hacer cuando el producto caduque o llegue al final de su vida útil. ¿Cómo reciclarlo? ¿dónde hacerlo?
Sin importar el peso, tamaño o ubicación del producto, la empresa debe velar por ofrecer al consumidor la información necesaria para que este pueda disponer del mismo cuando deje de servirle.
Beneficios del enfoque de ciclo de vida para las empresas
Es indiscutible que hoy en día ninguna empresa puede lanzar un producto o servicio al mercado y luego lavarse las manos con respecto al impacto ambiental que este tenga.
El enfoque de ciclo de vida en la ISO 14001 facilita a la dirección de la empresa el recabar y procesar información sobre el impacto ambiental de sus procesos.
Esto a su vez le facilita elaborar estrategias y metas para cumplir con las normativas internacionales de manera más eficiente, lo que también mejora la posición de la organización en el mercado.
Identificar el impacto ambiental que se genera en cada etapa de las operaciones es clave para decidir con prontitud las acciones correctivas que se deben aplicar.
Por lo tanto, considerar la perspectiva de ciclo de vida en los productos no es solo un tema de competitividad y beneficio económico.
¡También es acto de responsabilidad para con la sociedad y el planeta en que vivimos.